La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva que destruye la memoria y otras funciones mentales importantes. Inicialmente, una persona con la enfermedad de Alzheimer puede experimentar una confusión leve y problemas para recordar cosas. Con el tiempo, las personas con esta enfermedad pueden llegar a olvidarse de personas importantes para ellas y sufrir cambios drásticos en la personalidad.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia, un grupo de trastornos cerebrales que causan la pérdida de habilidades intelectuales y sociales. En la enfermedad de Alzheimer, las células del cerebro se deterioran y mueren, lo que provoca una disminución de la capacidad de memoria y de la función mental.
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad crónica de larga evolución, normalmente de alrededor de 10 – 15 años, pero puede variar mucho existiendo casos de evolución relativamente rápida.
Los signos de alarma pueden comprender:
Los científicos creen que, en la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores genéticos, estilo de vida y factores ambientales, que afectan el cerebro a lo largo del tiempo.
Edad
La edad avanzada es el mayor factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer el riesgo de tener la enfermedad aumenta considerablemente después de los 65 años.
Antecedentes familiares y genética
El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es, al parecer, un poco más alto si un familiar de primer grado (padres o hermanos) tiene la enfermedad. También existe evidencia de una relación entre Síndrome de Down y la enfermedad de Alzheimer.
Sexo
Al parecer, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Traumatismo craneal en el pasado
Las personas que han sufrido un traumatismo craneal grave.
Estilo de vida y salud del corazón
Actualmente, no existe un método de eficacia comprobada para prevenir la enfermedad de Alzheimer. De acuerdo con los estudios realizados, existe una asociación entre la participación permanente en actividades de estímulo mental y social y un menor riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer, también es posible disminuir el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer reduciendo el riesgo de tener una enfermedad cardiaca.
Tomado de: Folleto 1 Grunenthal Línea de Neurociencias